Despertamos en el Valle del Dades. Geográficamente es un indicador natural que limita norte y sur con el Alto Atlas y el Anti Atlas. Este trayecto es conocido por la famosa Ruta de las Mil Kasbahs, pues se extienden a su paso gran diversidad de construcciones estilo kasbah.
Hoy nos despedimos de esta bonita experiencia dirigiéndonos hacia Marrakech. Pero antes, después de un buen desayuno exploraremos este maravilloso entorno para conocer más de cerca qué naturaleza se esconde en el sur de Marruecos, tomar unas fotografías y respirar un poquito antes de seguir la marcha hacia Ouarzazate.
Seguimos por la ruta de las Mil Kasbahs dejando paisajes a la vista de alfombras de palmerales decorados con valles repletos de kasbahs. Este camino te muestra matices del modo de vida del pueblo bereber, quienes habitaban el país antes de la colonización árabe. Y antes de despedirnos de esta experiencia haremos stop para comer en Ait Ben Haddou.
Ait Ben Haddou es sin ninguna, ninguna, ninguna duda, de los paisajes más característicos y particulares de Marruecos. Es el Ksar más conocido del país. Este conjunto de construcciones fue diseñado para que la vida de los cultivos y verdales fuera próspera junto a los ríos. Por su ubicación geográfica fue una ciudad en expansión que alojaba a miles de personas. Contaba con plazas, mezquitas, posadas, cementerios… pero cuando las rutas de caravanas comerciales fueron decreciendo, las gentes abandonaban el lugar en búsqueda de otro que les permitiese prosperar. Actualmente pertenece al Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cuando terminemos seguiremos el trayecto atravesando el Atlas por el conocido paso de Tizi N Tichka y ahora sí, para despedirnos en Marrakech de esta maravillosa experiencia esperando que volvamos a coincidir, ¿quién sabe?