Ruta 5 días
DESDE TANGER

Tanger - Marrakech

Desde Tánger hasta el desierto durante 5 días: conoce Tánger, Chefchaouen, Fez, Erg Chebbi y la región del Alto Atlas

ITINERARIO DE LA RUTA POR DÍAS

Día 1

Día 1

Tánger, Tetuán y Chefchaouen
Aquí comienza nuestra andadura para conocer un poquito de Marruecos. Nos reuniremos por primera vez en el sitio que acordemos (hotel, aeropuerto…) y tras las previas presentaciones y conocer los detalles de la ruta, pondremos rumbo directamente hacia Chefchaouen pasando por Tetuán.
Ya sabemos que Chaouen se sitúa al noroeste del país y que pertenece a la provincia de Tánger. La ciudad se levanta sobre las montañas más bajas de la cordillera del Rif, cerca de Tetuán. Fue fundada por una tribu bereber, quienes consagraron la ciudad como santuario y cerraron la entrada a toda persona extranjera, aunque después Chaouen fue casa de diversas culturas: exiliados de Andalucía, musulmanes, judíos sefardíes, cristianos… Impresiona el flujo cultural que ha tenido esta tierra que a primera instancia uno no lo imagina siquiera.
No sabríamos decir si esta ciudad es de las más bonitas, pero sí que tiene una energía única. A mí personalmente me recuerda mucho a lo que se siente estando en Granada, para quienes la conozcáis.
Chaouen se presenta vestida de azul, familiar, tranquila y se nota que está levantada con cariño, pues hasta en el mínimo rincón hay un detalle. Te va a llamar la atención la exposición de diversos productos textiles expuestos por toda la medina; colores vivos e intensos que contrastan con el tono azul característico de la ciudad. Y esto se debe a que su principal fuente de ingresos proviene de aquí, de la artesanía en telares, lanas y cuero o también de la carpintería o de la forja de hierro.
La medina no rompe con la armonía del lugar y es también tranquila, pequeñita. Se puede acceder a ella por 5 puertas diferentes y es muy recomendable dejarte llevar para conocer lo que te llame la atención. Al final todas las direcciones te llevarán al mismo sitio: la Plaza Uta el-Hammam. Un sitio para sentarse y contemplar la cotidianidad de sus gentes, admirar la Gran Mezquita y su Kasbah.
Un poquito más hacia delante está la Plaza de Makhazen, más al norte, que sale hacia la fuente Ras el-Maa, uno de los sitios más entrañables de Chaouen. Aquí es típico que las mujeres estén lavando ropa o ver en funcionamiento los molinos de agua. Y siguiendo este camino llegamos al conocido barrio de los lavaderos, hasta volver hacia la parte baja de la ciudad. En verdad hay mil opciones y elijas la que elijas te va a gustar.
En cuanto a sus gentes, aquí te vas a encontrar con personas amables, educadas, que respetan mucho su entorno y muestran un gran aprecio por la impresionante naturaleza que les rodea: paisajes impresionantes, ríos, bosques de cedros y abetos o su diversa fauna; como el conocido mono del Rif, que su presencia se hace latente en muchas de las rutas senderistas y en parajes de interés turístico donde se muestra sin ningún tipo de estupor.
Saliendo y alejándonos un poquito de la ciudad y adentrándonos en los pueblos de los alrededores observamos que reinan todavía las costumbres tradicionales y las actividades que se realizan de forma manual, como en la producción de alfarería que aún se sigue haciendo en hornos de leña.
La verdad que todo lo que escribamos se queda corto, porque de verdad, todo lo que leas se triplica cuando lo vivas en persona.
Día 2

Día 2

Fez

Hoy toca coger carretera para poner rumbo hacia nuestro destino de hoy: Fez. Nos encontramos a unos 200 km, así que nos vamos a ver bien tempranito. Os espera vivir uno de los días más intensos y estimulantes, puesto que Fez es de las ciudades más transcurridas de Marruecos y conocer su medina, os aseguramos, va a ser toda una hazaña.
La más antigua de las ciudades imperiales, está situada en la antiquísima ciudad romana conocida en antaño como Hispania Nova y es actualmente capital religiosa del país y segunda ciudad más turística de Marruecos declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está considerada un museo al aire libre.
Fez es una ciudad rica en cultura que une el patrimonio antiguo con el moderno, pues está dividida en tres partes: la más antigua, la zona nueva y la Ciudad Nueva, que es la parte más amplia. La medina de la zona antigua es la más grande de la ciudad, aparte de que es considerada como la zona peatonal más transitada del mundo.
Quizá no sea de las ciudades más reclamadas a nivel turístico, pero en lo que a cultura y arte se refiere, es muy conocida internacionalmente. En verano concentra un festival de Música Sacra, que se centra en ritmos pertenecientes a las tradiciones judía, cristiana, musulmán, japonesa, rusa, bereber…
Desde luego Fez es digna de dedicarle un poquito más de tiempo, desde nuestro punto de vista. Ni con 3 días te daría a tiempo a ver las zonas más representativas de la ciudad. Aun así, pasar tan solo 1 hora, puede convertirse en una de las mayores aventuras de tu vida. Te lo podemos asegurar.
A última hora de la tarde iremos al riad donde pasaremos la noche. Aquí disponéis de tiempo libre para aprovecharlo como queráis: si queréis cenar por vuestra cuenta, descansar, pasear… Fez sigue estando a vuestra disposición.
Día 3

Día 3

Azrou, Valle del Ziz, Erfoud y desierto Erg Chebbi
Hoy es el tercer día de ruta. Amanece en Fez y nos ponemos en marcha para poner rumbo a nuestra meta de hoy: el desierto de Erg Chebbi. Nos quedan por delante casi 400 km, así que desayunamos bien temprano y arrancamos la marcha. Antes de llegar haremos varias paradas. Así que prestad atención porque vais a ver el giro de 360 de contrastes que hay cruzando el Atlas Medio.
A primera hora de la mañana saldremos dirección Ifrane, conocida por ser la Suiza marroquí no solo por su clima frío, sino también por su urbanismo de estilo centroeuropeo. Seguiremos hacia Azrou, famoso por su artesanía en alfombras, sus bosques de cedros y sus simpáticos habitantes: los monos de Gibraltar. Dentro de la ciudad está la pequeña medina con tiendas y talleres de artesanía muy interesantes.
Continuaremos la marcha dirección Merzouga y haremos parada para comer en medio de las montañas del Atlas, en Midelt, considerado punto céntrico comercial de todo el territorio agrícola de la zona.
Ya queda menos para llegar a nuestra meta, pero antes todavía nos quedan unas paraditas: una en Errachidia y otra en Erfoud. Pero antes de llegar a estas paradas, seguiremos camino atravesando el Valle del Ziz, un espectáculo para la vista. Contemplaremos la ciudad de Oued Ziz, del mismo Valle del Ziz, repleta de un largo palmeral que se extiende a lo largo de todo el río. Una maravilla que a causa de sus bosques de palmeras datileras apiñadas entre sí da la sensación de ver una alfombra de verde intenso extendida en el árido terreno. También veremos donde algunas están todavía habitadas por algunas familias.
Cuando estemos más próximos a Errachidia, pararemos para ver la presa Hassan Addakhil, que abastece de agua a todas las regiones de Errachidia. Tiene una gran extensión de agua donde la mayoría de su agua almacenada procede del río Ziz, que entra y sale de la presa. Las gentes de la zona suelen bañarse cuando aprietan los días calurosos y la verdad, son cálidas aguas cristalinas y limpias.
La última parada antes de aparcar los coches es Erfoud, antiguo conjunto de muchas aldeas, pequeño, ubicada en un oasis natural. Aunque en apariencia no es nada fuera de lo común, su autenticidad hace de este sitio un gran muestrario de la esencia marroquí. Es considerada la tierra de los fósiles y minerales, por lo que si disponemos de tiempo haremos una parada para ojear y curiosear un poquito sobre el tema o visitar alguna manufactura de mármol donde podemos conocer de cerca el proceso de elaboración del mármol.
Y ahora sí, llegamos al desierto de Erg Chebbi, Merzouga. La única región del Sáhara que llega a Marruecos. Será un día repleto de estímulos, pero todavía queda lo mejor. Os estará esperando vuestro guía con los dromedarios para daros la bienvenida y adentraros en el desierto de Erg Chebbi, rumbo al campamento nómada de jaimas donde cenaréis, descansaréis y pasaréis la noche. El cielo se va a mostrar tal y como es. No hay perseidas que le hagan justicia. Aquí hay una lluvia de estrellas fugaces constante. Os adelanto que van a ser momentos increíbles, no os podemos decir más.
Día 4

Día 4

Desierto Erg Chebbi, Rissani, Gargantas del Todra y Ouarzazate
Hoy recibimos el día todavía acompañados de la noche, porque no puedes estar en este sitio e irte sin ver un amanecer a lomos de un dromedario por las dunas del Sáhara; sería imperdonable. Así que bien tempranito cogéis vuestros enseres y a surcar de nuevo las dunas para inmortalizar este momento único. Después seguimos de vuelta al hotel donde dejasteis vuestras pertenencias para ducharos y tomar un buen desayuno para cargar las pilas, que todavía queda día.
Tras el desayuno vamos a enseñaros un poquito de estos alrededores, por lo que ponemos rumbo hacia Rissani, antigua capital del Tafilalt y cuna de la dinastía alauita (dinastía gobernante actualmente). Pertenece a la provincia de Errachidia, al sureste de Marruecos. Es famosa sobre todo por su mercado que se celebra los martes, jueves y domingos, aunque siempre ha sido muy relevante en lo que al comercio se refiere, ya que por aquí pasaba la antigua ruta transahariana del Sahel, las antiguas tierras de pastoreo al sur del Sáhara. En lo que arquitectura se refiere también hay una kasbah perteneciente al Siglo XIX, antigua residencia del gobernador de Tafilalt. También cuenta con un mausoleo: la Zaguía de Mulay Ali Chérif; es solo accesible para musulmanes, aunque el patio permite el paso a todos los visitantes.
Al lado del mausoleo se encuentra el Ksar Abber, un antiguo palacio que se usaba a modo de cárcel. Aunque guarda mucha historia su estado de conservación no es que sea muy bueno. Igualmente merece la pena echarle un vistazo.
Después de esta inmersión en la historia marroquí continuamos camino para cruzar el Valle del Draa, llamado así por su río, el más largo de Marruecos que nace en el Alto Atlas y desemboca en el océano atlántico. Este Valle tiene aproximadamente unos 200 kilómetros de longitud y lo visten miles y miles de palmeras datileras, entre otra vegetación y kasbahs que se dispersan por todo el terreno. Este palmeral es el segundo más grande de África.
Bien, antes de llegar a Ouarzazate, que es nuestro destino final de hoy, nuestro siguiente alto en el camino son las Gargantas del Todra. Mientras llegamos nos acompaña un paisaje único que según la temporada que nos encontremos podemos disfrutar de un acontecimiento poco cotidiano: a un lado puedes ver las montañas nevadas del Atlas y al otro lado, un paisaje totalmente desértico. Estos enclaves son el indicativo natural de que nos alejamos del ocre árido del Sáhara para dar la bienvenida a los nuevos paisajes que comienzan a llenarse de verde.
Tras llegar a las Gargantas del Todra pararemos para comer y conocer más de cerca este enclave. Es posible que te resulte algo abrumador, pues a tus pies se elevan acantilados que a ambos lados llegan a estrecharse a lo largo del camino unos 20 metros aproximadamente de lado a lado. Esta paredes verticales son bastante conocidas entre el público de la escalada, ya que tienen maravillosos sectores con vías de alto grado. Aunque si eres gran amante de este deporte existen otros sectores menos transitados repartidos por las cordilleras del país.
Sabemos que es un lío diferenciar las Gargantas del Todra y las del Dades, así que he aquí la gran diferencia: las Gargantes del Dades se ven, sobre todo, desde arriba, desde la carretera, puesto que son formas a grandes escalas que se dan en el terreno. Mientras que las del Todra se ven, sobre todo, desde abajo, a tus pies.
Cuando terminemos de examinar la zona continuaremos hacia el Valle del Dades donde pasaremos la noche en un riad donde os espera una cena de agárrate y no te menees y podréis disponer del tiempo como gustéis. Nosotros nos volvemos a reunir a la mañana siguiente para llegar a la meta final: Marrakech.
Día 5

Día 5

Ouarzazate, Ait Ben Haddou y Marrakech
Hoy nos despedimos de esta bonita experiencia dirigiéndonos hacia Marrakech. No sin antes, desayunar como está mandao. Exploraremos este maravilloso entorno para conocer más de cerca qué naturaleza se esconde en el sur de Marruecos, tomar unas fotografías, respirar un poquito y después seguir la marcha hacia Ouarzazate.
¿Conoces Ouarzazate? Pues quizá te suene por ser el Hollywood de Marruecos. Ha sido escenario de películas conocidas mundialmente como Gladiator o la última serie que ha tenido enganchado a medio mundo, Game of Thrones.
Nos adentramos en lo que se conoce como la ruta de las Mil Kasbahs. Una ruta que no deja indiferente a nadie, deja a la vista alfombras de palmerales y valles decorados con kasbahs de todo tipo dispersas por todo el terreno. Es un circuito que te mete de lleno a conocer la forma de vida del pueblo bereber. Ellos eran quienes habitaban el país antes de la colonización árabe. También haremos stop para comer en uno de los kasares, en Ait Benhadou. Un kasar (conjunto de Kasbahs) rodeado de vegetación y cultivos, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987.
Ait Ben Haddou es sin ninguna, ninguna, ninguna duda, de los paisajes más característicos y particulares de Marruecos. Es el Ksar más conocido del país. Fue diseñado para que la vida de los cultivos y verdales fuera próspera junto a los ríos. Por su ubicación geográfica fue una ciudad en expansión que alojaba a miles de personas. Contaba con plazas, mezquitas, posadas, cementerios… pero cuando las rutas de caravanas comerciales fueron decreciendo, sus habitantes abandonaban el lugar en búsqueda de otro que les permitiese prosperar.
Se esperaba que este kasar fuera pasto de arena, pero la UNESCO ha contribuido a su buen estado de conservación y hoy día también es conocido por ser escenario de películas mundialmente conocidas como Gladiator o la última serie que ha tenido enganchado a medio mundo, Game of Thrones.
Cuando terminemos seguiremos el trayecto atravesando el Atlas por el conocido paso de Tizi N Tichka, el más alto del norte de África, para despedirnos en Marrakech esperando volver a coincidir, ¿quién sabe?

Recomendamos mucho visitar Fez con más detenimiento, por lo que si es de tu agrado puedes alargar esta excursión por un día para dedicárselo 100% a la ciudad conocida por ser la capital cultural del país magrebí.

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