Hoy toca coger carretera para poner rumbo hacia nuestro destino de hoy: Fez. Nos encontramos a unos 200 km, así que nos vamos a ver bien tempranito. Os espera vivir uno de los días más intensos y estimulantes, puesto que Fez es de las ciudades más transcurridas de Marruecos y conocer su medina, os aseguramos, va a ser toda una hazaña.
La más antigua de las ciudades imperiales, está situada en la antiquísima ciudad romana conocida en antaño como Hispania Nova y es actualmente capital religiosa del país y segunda ciudad más turística de Marruecos declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está considerada un museo al aire libre.
Fez es una ciudad rica en cultura que une el patrimonio antiguo con el moderno, pues está dividida en tres partes: la más antigua, la zona nueva y la Ciudad Nueva, que es la parte más amplia. La medina de la zona antigua es la más grande de la ciudad, aparte de que es considerada como la zona peatonal más transitada del mundo.
Quizá no sea de las ciudades más reclamadas a nivel turístico, pero en lo que a cultura y arte se refiere, es muy conocida internacionalmente. En verano concentra un festival de Música Sacra, que se centra en ritmos pertenecientes a las tradiciones judía, cristiana, musulmán, japonesa, rusa, bereber…
Desde luego Fez es digna de dedicarle un poquito más de tiempo, desde nuestro punto de vista. Ni con 3 días te daría a tiempo a ver las zonas más representativas de la ciudad. Aun así, pasar tan solo 1 hora, puede convertirse en una de las mayores aventuras de tu vida. Te lo podemos asegurar.
A última hora de la tarde iremos al riad donde pasaremos la noche. Aquí disponéis de tiempo libre para aprovecharlo como queráis: si queréis cenar por vuestra cuenta, descansar, pasear… Fez sigue estando a vuestra disposición.
Hoy es el tercer día de ruta. Amanece en Fez y nos ponemos en marcha para poner rumbo a nuestra meta de hoy: el desierto de Erg Chebbi. Nos quedan por delante casi 400 km, así que desayunamos bien temprano y arrancamos la marcha. Antes de llegar haremos varias paradas. Así que prestad atención porque vais a ver el giro de 360 de contrastes que hay cruzando el Atlas Medio.
A primera hora de la mañana saldremos dirección Ifrane, conocida por ser la Suiza marroquí no solo por su clima frío, sino también por su urbanismo de estilo centroeuropeo. Seguiremos hacia Azrou, famoso por su artesanía en alfombras, sus bosques de cedros y sus simpáticos habitantes: los monos de Gibraltar. Dentro de la ciudad está la pequeña medina con tiendas y talleres de artesanía muy interesantes.
Continuaremos la marcha dirección Merzouga y haremos parada para comer en medio de las montañas del Atlas, en Midelt, considerado punto céntrico comercial de todo el territorio agrícola de la zona.
Ya queda menos para llegar a nuestra meta, pero antes todavía nos quedan unas paraditas: una en Errachidia y otra en Erfoud. Pero antes de llegar a estas paradas, seguiremos camino atravesando el Valle del Ziz, un espectáculo para la vista. Contemplaremos la ciudad de Oued Ziz, del mismo Valle del Ziz, repleta de un largo palmeral que se extiende a lo largo de todo el río. Una maravilla que a causa de sus bosques de palmeras datileras apiñadas entre sí da la sensación de ver una alfombra de verde intenso extendida en el árido terreno. También veremos donde algunas están todavía habitadas por algunas familias.
Cuando estemos más próximos a Errachidia, pararemos para ver la presa Hassan Addakhil, que abastece de agua a todas las regiones de Errachidia. Tiene una gran extensión de agua donde la mayoría de su agua almacenada procede del río Ziz, que entra y sale de la presa. Las gentes de la zona suelen bañarse cuando aprietan los días calurosos y la verdad, son cálidas aguas cristalinas y limpias.
La última parada antes de aparcar los coches es Erfoud, antiguo conjunto de muchas aldeas, pequeño, ubicada en un oasis natural. Aunque en apariencia no es nada fuera de lo común, su autenticidad hace de este sitio un gran muestrario de la esencia marroquí. Es considerada la tierra de los fósiles y minerales, por lo que si disponemos de tiempo haremos una parada para ojear y curiosear un poquito sobre el tema o visitar alguna manufactura de mármol donde podemos conocer de cerca el proceso de elaboración del mármol.
Y ahora sí, llegamos al desierto de Erg Chebbi, Merzouga. La única región del Sáhara que llega a Marruecos. Será un día repleto de estímulos, pero todavía queda lo mejor. Os estará esperando vuestro guía con los dromedarios para daros la bienvenida y adentraros en el desierto de Erg Chebbi, rumbo al campamento nómada de jaimas donde cenaréis, descansaréis y pasaréis la noche. El cielo se va a mostrar tal y como es. No hay perseidas que le hagan justicia. Aquí hay una lluvia de estrellas fugaces constante. Os adelanto que van a ser momentos increíbles, no os podemos decir más.