Este peculiar pueblecito se encuentra solo a 50 kilómetros de la frontera con Argelia, siendo el pueblo más conocido de Erg Chebbi. Y ¿qué es Erg Chebbi? “Erg” es algo así como “región arenosa perteneciente al desierto”. Bueno, pues esta región arenosa es la única del Sáhara en todo el país magrebí.
Amaneciendo con este solazo que nos acompañará durante el día, verás que la zona de las dunas es amplia y es muy habitual dar una vuelta en un vehículo 4×4 para explorar mejor la zona. Puedes ver pueblos que se encuentran muy cerquita de la frontera con Argelia, contemplar los parajes donde puede coincidir que esté establecida alguna familia nómada, pudiendo observar de un poquito de esta realidad y ver cuán diferentes somos todos en este mundo y qué bonito es. ¿O acaso te imaginas que todas las personas fuésemos iguales? ¡Qué aburrimiento! Así que larga y próspera vida a la diversidad que tanto aporta y enriquece.
Cuando sean, aproximadamente, las 17:00 horas estaréis preparados para coger vuestras pertenencias más básicas y adentraros en el desierto a lomos de una caravana de dromedarios con su guía local que os estará esperando para iniciar la marcha hasta donde pasaréis la noche: un campamento de jaimas en el desierto. Preparaos para la puesta de sol más bonita del mundo mientras atravesáis las dunas. A la llegada al campamento seréis recibidos con una cena tradicional al ritmo de tambores bereberes y sobre vuestras cabezas el cielo más estrellado que podáis imaginar. Ocasión para pedir infinitos deseos, pues contemplaréis un sinfín de estrellas fugaces. Una maravilla, de verdad.
Hoy toca madrugar un poquito, porque saldréis del campamento antes del amanecer para poder contemplarlo mientras volvéis a lomos de los dromedarios al hotel de Merzouga donde podréis desayunar y ducharos antes de seguir la marcha hacia Rissani. Sí, esto es un no parar.
Rissani fue la antigua capital de la Región de Tafilalt en los comienzos de la dinastía alauita, actual dinastía que gobierna el país y fue una importante ruta comercial transahariana, la del Sahel, que cruzaba las tierras de pastoreo del sur del Sáhara, donde la gente comerciaba oro y otros bienes. También alberga algunos yacimientos arqueológicos romanos y reconocidas Kasbahs, como la del gobernador de Tafilalt. También es bien conocido su mercado, puesto que sigue siendo una región a la que llegan cientos de personas para intercambiar productos u otros bienes. Esta gente suele transportar sus bienes en burros porteadores, por lo que también hay un parking acorde a este tipo de transporte, ¡te sorprenderá!
Continuamos hacia Erfoud, antiguo conjunto de muchas aldeas, pequeña, ubicada en un oasis natural. Aunque en términos visuales no es nada fuera de lo común, pero su autenticidad hace de este sitio gran muestrario de la esencia marroquí. Es considerada la tierra de los fósiles y minerales, por lo que dependiendo de cómo andemos de tiempo podemos hacer una parada para ojear y curiosear o visitar alguna manufactura de mármol donde contemplar el proceso de elaboración del mármol.
La siguiente y última parada antes de llegar a nuestro destino de hoy son las Gargantas del Todra. Aquí aprovecharemos para comer, estirar un poquito las piernas y explorar el entorno. Estas gargantas son uno de los cañones más espectaculares del país, ya que aglutina acantilados en paralelo de unos 300 metros de altura que llegan a estrecharse entre ambos lados entre 20 y 30 metros. Este sitio es muy conocido en el mundo de la escalada, ya que tiene vías de hasta 8a+, dicen por ahí. Aparte de esto, su punto geográfico es un paraje natural INCREÍBLE. También salen numerosas rutas de trekking, pues es una bonita forma de conocer el Atlas bereber y cuanto más te adentras más remoto puede figurarse el paisaje. Un espectáculo.